¿Saben realmente los jóvenes de hoy en día identificar una fake new?

¿Saben realmente los jóvenes de hoy en día identificar una fake new?

Para los jóvenes las Fake News son noticias que dan una información falsa y que son difundidas rápidamente porque sus titulares están hechos para captar la atención del lector de inmediato.

Según un estudio realizado por la oficina del Parlamento Europeo en España junto con la Alianza de Medios Líderes en Europa (LENA), los jóvenes suelen identificar con más facilidad las noticias falsas, ya que tienen una relación más directa con las redes sociales y los medios digitales, por lo que captan antes si algo les parece extraño. Por lo general, estos contenidos se suelen identificar porque el titular llama demasiado la atención, las imágenes que aparecen no están citadas, son anónimas, no tienen fecha de publicación, hay faltas de ortografía o el medio no es nada conocido, entre otros rasgos.

Según otro estudio, el Estudio Internacional sobre Alfabetización Computacional e Informacional (ICILS) de la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo (IEA), solo un 2% de los jóvenes sabe diferenciar cuándo es fake new y cuándo es información veraz. En cambio, un 89% afirmaba que sí sabían identificarlas.

Para comprobar los datos de este estudio, Faketoria ha consultado a una serie de jóvenes universitarios para conocer sus habilidades para identificar las Fake News:

Esto lo convertiría en el inicio de la información. Si le preguntamos a los jóvenes qué entienden ellos por Fake News, nos responden:

Estos usuarios, que pasan gran parte de su tiempo conectados a Internet y particularmente a sus redes sociales, pueden contribuir con su comportamiento responsable a evitar su propagación. Unos jóvenes universitarios nos cuentan lo que ellos hacen al respecto:

El Ministerio de Interior pide que las denunciemos. Y lo que en ningún caso hay que hacer al detectar una noticia falsa es darle difusión para generar más morbo.

El papel de las redes sociales y de las empresas en Internet también es fundamental en la lucha contra los contenidos falsos. De hecho, Instagram y Facebook ya están tomando medidas. Instagram empezó, a finales de 2019, a añadir la etiqueta de contenido falso, ya sea en el muro, en el perfil, en las historias o en los mensajes directos. Por otro lado, Facebook verifica las noticias y añade una señal roja a modo de advertencia para los usuarios a las que tienen una dudosa procedencia.

Por otro lado, están surgiendo iniciativas de alfabetización mediática frente a las Fake News como (In)fórmate, un programa de la Federación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) en colaboración con Google España, a través del que 30.000 alumnos, entre 14 y 16 años, recibirán clases para detectar Fake News.

Las fake news llegan al mundo de la moda

Las fake news llegan al mundo de la moda

Redacción: Alejandro Martínez Cortés

Lejos de la banalidad de que las fake news se han colado en el mundo de la moda para sustituir los estampados predominantes del 2019 basados en la utilización de logos, el mundo de la desinformación ha ido un paso más allá y está afectando seriamente a su principal víctima: la sociedad con falta de formación en detectar informaciones falsas.

Códigos de descuento falsos

Seguro que a través de las redes sociales o Whatsapp has recibido un mensaje de este tipo: “Zara sortea cupones descuento de 500 euros”. Siento decirte que todo es falso, y ahora te explico por qué.

Esta estafa empieza con un mensaje que te informa de la existencia de estos supuestos códigos descuento.

Una vez pulsamos el enlace, somos redirigidos a una página fraudulenta que nos obliga a hacer una encuesta si queremos obtener uno de esos preciados vales de decuento.

Por si fuera poco, tras realizar la encuesta ahora debemos compartir esta “oferta” para expandirla y que llegue a otras personas. Pero no solo eso, si no que además debemos dar nuestro correo electrónico o número de teléfono para recibir el descuento que, por supuesto, nunca llegará.

Si el proceso no te ha aburrido o lo has completado, tienes que saber que corres el riesgo de ser víctima de instalación de malware en tu teléfono, de robo de datos personales o de cargos a tu cuenta por llamadas que haga el estafador con tarifa especial o SMS premium. ¡Piénsalo dos veces antes de hacer click!

Aprende a detectar un código de descuento falso

A continuación, te explicamos en qué te debes fijar para no caer en este tipo de fraudes.

Tommy Hilfiger: el diseñador que fue víctima de fake news

Llevándonos el mundo de la desinformación a un caso real y concreto, hay que hacer referencia al diseñador Tommy Hilfiger que se vio envuelto en una polémica por unas supuestas declaraciones racistas, como recoge el periódico 20 Minutos. Todo comenzó cuando se le atribuyó unas palabras que jamás dijo en una entrevista con Oprah Winfrey. La información falsa, que circulaba por la red a un ritmo vertiginoso, venía a decir que el diseñador había dicho que si hubiera sabido que afro-americanos, hispanos, judíos y asiáticos comprarían su ropa, no la hubiese hecho tan buena ya que su ropa estaba hecha para una clase superior como era la gente blanca. Estas falsas declaraciones podían haber acabado con su carrera, ya que muchos compradores de su ropa y demás productos que eran de las nacionalidades citadas, decidieron dejar de consumir sus creaciones.

A modo de conclusión podemos decir que las fake news lejos de ser un tema baladí, pueden constituir una herramienta de orientación conductual y de opinión con sus correspondientes consecuencias nefastas, haciendo de la sociedad desinformada su perfecto títere.

Trastornos informativos: «Emosido engañados» y de varias formas

Trastornos informativos: «Emosido engañados» y de varias formas

La información achacosa, enferma infecta las mentes de casi todas las personas del mundo. La desinformación, la información engañosa y la mala información suponen un problema no solo para las propias víctimas, sino también para el desarrollo de las sociedades. Por ello, conviene conocerlas y saber distinguirlas.  

Gracia Sumariva Reyes

La palabra información deriva del latín informare que significa ‘‘instruir, enseñar o dar forma a la mente’’. Cada día, nos exponemos a toneladas de mensajes informativos que terminan impactando en nuestra forma de pensar y ver el mundo.  A veces de forma positiva. Otras, de forma negativa.

El periodismo tradicionalmente – aunque no siempre – se ha encargado de facilitar a las personas información que es de interés público y de calidad; apegándose a la realidad de la forma más objetiva posible, y poniendo en el centro de la profesión el correcto desarrollo de las personas y las sociedades.

No obstante, el auge de las nuevas tecnologías de la comunicación – Internet y las redes sociales – ha supuesto una revolución en al ámbito comunicativo, trayendo consigo cambios fundamentales en las formas en la que la información se produce, se comunica y se distribuye. La creación y difusión de contenidos de carácter informativo es mucho más fácil y accesible que nunca, por lo que cualquier persona es capaz de publicar un mensaje y conseguir una divulgación considerable.

Una buena información es aquella que es veraz, de interés público y fabricada de buena fe; es decir, construida bajo una ética, que mira hacia el ser humano, el ciudadano, la sociedad y sus derechos. Sin embargo, en la actualidad, no toda la información que se publica, se difunde y circula por las redes cumple estos requisitos, ‘‘sufriendo’’ algún tipo de trastorno. Evidencia de esto es el aumento durante los últimos años del fenómeno de las fake news o noticias falsas.

Tipos de trastornos informativos

Según el Consejo de Europa, en la actualidad encontramos tres tipos de trastornos informativos: la desinformación (disinformation)  , la información engañosa (misinformation)  y la mala información (malinformation).

 

Desinformación

La desinformación es un fenómeno que ocurre cuando nos topamos con una información cuyo origen es falso, y que se fabrica y difunde con la intención de dañar a una persona, un grupo, una organización o incluso un país.

Durante la campaña electoral española de abril de 2019 se dieron varios casos relevantes de desinformación. Uno de los más relevantes fue la publicación de una fake news titulada ‘‘Carmena creará zonas para que los gays follen al aire libre en Madrid’’ por el diario online Mediterráneo Digital. Según esta noticia, la entonces alcaldesa de Madrid propuso el establecimiento de zonas públicas donde los homosexuales pudieran tener sexo. Esta noticia fue desmentida por Maldito Bulo quien explicó que la verdadera propuesta de Carmena era la creación de un entorno seguro para la comunidad LGTBI en Madrid.

La desinformación, al igual que el resto de trastornos informativos, puede ir más allá de las formas textuales, y difundirse otro tipo de formato como imagen, audio, vídeo, etc. Así, en esta campaña electoral de 2019 tuvieron gran relevancia y difusión muchos memes de carácter político cuyo contenido era desinformativo con la intención de dañar.

Fuente: Twitter

Información engañosa

La información engañosa es aquella que no se basa en la realidad de los hechos, pero que no se crea y difunde con la intención de dañar, sino que se debe a descuidos o una mala práctica de contrastación de los hechos.

Con la crisis del Coronavirus en España y la ascensión pánico colectivo, se han dado varios casos de difusión información engañosa a través de las redes sociales, sobre todo Whatsapp. Entre ellos, destaca la difusión de bulos sobre ‘‘pueblos precintados’’ antes de que se decretara la cuarentena. Uno de los casos más sonados es el de Haro (La Rioja), sobre el cual se decía que todo el pueblo estaba ya en cuarentena a finales de febrero. La realidad no fue así, sino que la localidad ha seguido el procedimiento de la cuarentena normal. En ningún momento la intención de estos bulos era dañar, sino advertir a las personas de los ‘‘supuestos’’ riesgos de visitar la localidad, que es un atractivo turístico debido a su producción vinícola

Fuente: Ficklr

Mala información 

Mala información es aquella que, basándose en la realidad, se difunde con el propósito de causar daño a una persona, un grupo, una organización o un país. Generalmente, no es información de interés público, y más bien se basa en el uso estratégico de la información para causar daño y la búsqueda del lucro del creador.

Un caso muy sonado en España de mala información fue la publicación de unas capturas de pantalla de un grupo de iMessage entre la reina Letizia, el rey Felipe y Javier López Madrid, exconsejero de Caja Madrid, en pleno escándalo de las tarjetas Black en eldiario.es. Estas capturas si bien eran reales, pues la Familia Real nunca las desmintió, la fuga buscaba dañar la imagen de la Corona, aproximándola a la famosa trama de corrupción de la banca española.

Hoy en día, todos somos vulnerables por la cantidad indigente de información que producimos, incluso que, en muchas ocasiones, producimos nosotros mismos. Ante esto, ¿cuál es la mejor solución? Tomar consciencia, ir a la caza de la información errónea y, ante todo, verificación, verificación y verificación.

Las Fake News ponen en jaque la reputación de las empresas

Las Fake News ponen en jaque la reputación de las empresas

La reputación de las marcas frente a las fake news

Elena Lozano Cobo

Los tentáculos de las fake news son largos y complejos, su poder es tal que muchas empresas han visto su imagen y reputación en entredicho fruto de su acción. 

El fenómeno de las noticias falsas es una de las principales preocupaciones a nivel empresarial en los últimos años. Esta preocupación no es infundada ya que de acuerdo a una investigación realizada por el MIT para la revista Science (The spread of true and false news online) los rumores falsos llegan más lejos, rápida, profunda y ampliamente que las verdades; una noticia verdadera tarda seis veces más en alcanzar a 1.500 personas que una falsa.

¿Qué fuentes consultan los consumidores?

Parte del problema de las noticias falsas radica en las fuentes que los usuarios tienen como referencia, es decir, la tendencia de los consumidores a la hora de consultar información sobre una marca. Según el informe realizado en 2019 por Kantar Media, sobre un grupo de consumidores en diferentes zonas del mundo, la fuente de información de mayor fiabilidad para un 78% de los entrevistados es la proveniente de amigos y familiares. Asimismo, la fuente a la que más recurren para buscar información es internet y páginas web; y solo un 27% afirma consultar las páginas web de las empresas.

Empresas perjudicadas por las Fake News

Todas las grandes empresas han sido o serán víctimas de las fake news, ya que todos somos víctimas potenciales de estas, pero algunos casos fueron muy sonados por su gran difusión y daño a la marca.

Mercadona

La empresa valenciana de supermercados ha sufrido varios ataques contra sus productos. En concreto, el pasado año circuló un bulo sobre la pechuga de pavo envasada de su marca blanca, en el que se afirmaba que los aditivos que contenía el producto eran muy dañinos para la salud. Sin embargo, todos los aditivos estaban aceptados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Pero la pechuga de pavo no fue el único alimento atacado dentro de la cadena de supermercados, el objeto de otra noticia falsa fue la mayonesa. En este caso, las especulaciones llegaban a afirmar que el consumo del producto provocaba sangre en la orina. Ante semejantes acusaciones y el consecuente revuelo en twitter entró en la discusión Miguel Ángel Lurueña, Doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos que aclaraba los bulos sobre el producto.

 

La empresa utilizaba la misma plataforma para informar de que iba a emprender acciones legales contra el autor de la información falaz.


United Airlines

El caso de la aerolínea estadounidense fue muy sonado debido al impacto que tuvo en la actividad de la empresa. La crisis tuvo lugar en 2008 cuando resurgió un artículo de 2002 en el que se comunicaba la quiebra de la empresa y se hizo pasar por una noticia actual. Las consecuencias del bulo llevaron a que el valor de las acciones de la empresa se precipitara un 76%. A pesar del correspondiente comunicado que desmentía el artículo, la empresa no pudo recuperar el valor en bolsa que ostentaba antes de la emergencia de la noticia falsa. 

Vidal Golosinas

La empresa de golosinas españolas fue víctima de un bulo extendido en forma de cadena de WhatsApp que advertía sobre uno de sus productos, afirmando que destruía el esmalte y causaba caries muy rápidamente. Al igual que en otros casos, la empresa escogió Twitter como plataforma para desmentir las acusaciones hacia su producto. 

Starbucks

Las noticias falsas no siempre van dirigidas a criticar el producto que ofrece una determinada marca, a veces los bulos van orientados a conseguir el descontento de los clientes. Fue el caso al que tuvo que enfrentarse recientemente Starbucks cuando se viralizó la falsa campaña en la que se ofertaba una bebida gratis en el local si se subía una foto escuchando la canción de Shallow,  de Lady Gaga. Si bien el daño a la reputación de las empresas no tiene siempre la magnitud de los casos que ya hemos comentado, sí que se crea una cierto desencanto por parte del cliente. 

 

 

La reputación de las empresas siempre tan frágil, y dependiente de las apreciaciones de los consumidores, se encuentra ahora con la batalla de hacer frente no solo a las crisis fundadas en acusaciones ciertas (como fue el caso de Nike y el trabajo infantil) sino que tienen que estar preparados para hacer frente a falsas acusaciones que pueden hundir su reputación en un solo click.

A la caza de la desinformación

A la caza de la desinformación

Helena de la Cruz || 17/02/2020

Fake news, noticias falsas o desinformación

No pocos son los medios que están apareciendo en nuestro país en pro de la lucha contra este mal que nos acontece, pero ¿sabes cómo se fabrican las noticias falsas?

Lejos de lo que la reina

de los géneros periodísticos ―la noticia― tiene como principal objetivo ―la
verdad― la desinformación busca, ante todo, el impacto. A raíz de aquí, se
desglosan una serie de requisitos que deslegitiman el arte del periodismo.

Nosotros o ellos. No hay
término medio. La desinformación polariza, distingue y separa apelando a los
sentimientos y a las emociones. Quieren que te asustes, te indignes o te
sorprendas, de este modo actuarás, o no, sintiéndote importante por ser capaz
de ir, supuestamente, por delante del sistema.

Los hechos, si no se muestran,
mejor. Esto hace que de algún modo se llegue a “legitimar” las noticias falsas,
haciendo de cualquier tema algo visceral, subyugando la razón a la emoción. La
creación de sistemas cerrados es el mejor modo de llevarlo a cabo. En ellos un
grupo de personas opina de la misma manera, amplificando el mensaje y
excluyendo a todo aquel que no piense de igual forma. Los expertos lo llaman “filtro burbuja” o “guetos
digitales”.

¿Puede haber una
herramienta mejor que Twitter para viralizar cualquier tipo de contenido? La
respuesta, por ahora, es no. Móviles zombies
y granjas de clics, todo vale. Además, hay que tener en cuenta que las noticias
falsas tienen un 70% más de probabilidades de ser retuitedas que las reales,
según la agencia Spinfluence. Inventar problemas y después, ofrecer soluciones
es muy jugoso y atractivo.

Repetir, repetir y
repetir. La repetición hace que ciertas palabras y conceptos queden fijos,
sobre todo acerca de temas polémicos y controvertidos como pueden ser la
inmigración, género, política, salud, alimentación, seguridad, tráfico, alertas
o celebreties. La ecuación se hace
del todo redonda cuando entra en ella la prensa mal preparada.

Llegados a este punto,
los agentes de la desinformación segmentan el público atendiendo a factores
como la demografía, la geografía o el comportamiento. De este modo es mucho más
sencillo encontrar temas de éxito y crear nichos de autoreafirmación. Con tal
inundación de contenido la distracción está asegurada y las informaciones
insignificantes hacen sombra a los problemas realmente importantes.

No hay duda de que hay
pocos sectores que escapen a la trampa de la desinformación, pero con una
mirada crítica y una lectura despierta es posible plantarles cara. La lucha
contra las noticias falsas es tarea de todos.

Helena De la Cruz