Juan Ramón Reyes Gracia | 16/ 04/ 2020

Han pasado nada menos que 102 años desde la conocida gripe española. La última gran pandemia mundial que se llevó la vida de unos 40 millones de personas entre 1918 y 1920. Ya entonces la información mal intencionada y los bulos hicieron mella en el comportamiento de la población.

No hay tanta diferencia entre los bulos de aquella Gripe Española y los que se han generado a raíz del Covid-19. Es más, algunos son tan parecidos que de no ser por el formato en el que se divulgan pensaríamos estar en la misma época.

El ser humano ante situaciones de miedo extremo es capaz de creer cualquier información. Un claro ejemplo ha sido, según informa América TV , el fallecimiento de 44 personas en Irán por haber consumido cantidades ingentes de alcohol, tras leer el bulo de que consumir bebidas alcohólicas previene el contagio por el virus.  

A principios del siglo XX, las posibilidades de estar informado se reducían al periódico diario. Sin posibilidades prácticas de que nadie rebatiera sus noticias. La medicina, entonces en pañales, no estaba al alcance de toda la población, por lo que poco podían hacer para desmentir la información de los periódicos. Además, las grandes empresas aprovechaban cualquier situación para intentar vender sus productos.

Sin embargo, actualmente, tenemos multitud de facilidades para desmentir bulos. Gracias a internet, disponemos de fuentes oficiales con las que podemos contrastar noticias.  

Hoy, la mayoría de los bulos surgen y se expanden a través de las redes sociales. Algunas de estas desinformaciones son divulgadas por los hoy conocidos Influencers. En este vídeo de Público TV podemos ver una muestra de cómo propagan información falsa.

Esto puede tener unas consecuencias terribles. Vivimos en la sociedad de los ídolos en las redes sociales y creerse a la ligera lo que dice alguien posiblemente desinformado es muy peligroso.

CONTRA LA DESINFORMACIÓN :

El pasado 17 de marzo la Academia Española de Nutrición y Dietética publicó un informe afirmando que no existe tratamiento médico ni dietético para el Covid-19.

Estos son algunas de los desmentidos que ha publicado la Organización Mundial de la Salud: