ENTREVISTA Patxi Vrignon-Etxezaharreta: “El papel de la agencia es vender noticias fiables y rápidamente

ENTREVISTA Patxi Vrignon-Etxezaharreta: “El papel de la agencia es vender noticias fiables y rápidamente

La Agencia France Press (AFP) ha sido pionera en el sector de las agencias de noticias por la creación de una unidad especial de verificación de información. Bajo el nombre AFP Factual ofrecen a sus usuarios contenidos digitales y declaraciones de personajes públicos contrastadas, siguiendo una metodología innovadora que ha marcado una forma de hacer en estos medios y en todas sus divisiones repartidas por el mundo. Hablamos con uno de sus periodistas sobre el tema de moda, las fake news, los bulos y el fact-checking en la información deportiva.

Las jornadas de Patxi Vrignon-Etxezaharreta, redactor en la agencia de noticias France Press, son largas: “Trabajamos mucho”, confiesa. Después de su etapa de aprendizaje en medios como el diario deportivo L’Equipe, o Sud Ouest (un periódico local del suroeste de Francia), donde cubrió la segunda división de Rugby (Pro D2) en Mont-de-Marsan, a sus 24 años presume de trabajar para la agencia desde la capital de España. Esto ha supuesto un cambio radical para él: “Ahora estoy más alejado de los jugadores y sus agentes. Antes entrevistaba directamente en el campo y no en conferencia de prensa. En Madrid es muy difícil asistir a una conferencia de Zidane, hay que ser de un medio reconocido y aceptado”. Aunque esto también tienen sus ventajas: “Con menos proximidad, puedo exprimir más mis opiniones. Hoy, si hablo mal de Zidane tengo menos tensión porque estoy entre una masa de periodistas”.

Su principal tarea, dentro de un pequeño departamento de deportes compuesto por tres periodistas, es cubrir todo el deporte que pueda interesar a los clientes francófonos: “Por ejemplo, si un futbolista senegalés firma tres goles en la Liga, esa noticia va a interesar a los clientes senegaleses”. Entre sus asignaciones se encuentra cubrir al Real Madrid, seguir al Getafe, el Leganés y al Atlético, o informar sobre atletismo y ciclismo. Reconoce que no es una tarea sencilla: “Es difícil porque hay muchos partidos a la semana”. Y, a veces, también sigue la información en el Barcelona.

Cuando le preguntamos por el papel de las agencias en un mundo de inmediatez, en el que parece que los protagonistas son solo el Real Madrid y el Barcelona. Patxi explica que es difícil competir cuando muchos medios se encargan de informar sobre los mismos protagonistas. Su baza reside en la exhaustividad: “El papel de la agencia es vender noticias fiables y rápidamente, pero en la información futbolística no podemos luchar”. Aunque reconoce que han dado exclusivas como la entrevista con Trippier, el lateral del Atlético.

A pesar de que los contenidos que publica no llevan su firma, una práctica habitual en las agencias de noticias, sino que se distribuye con las siglas de la agencia, estas informaciones gozan de una gran credibilidad y son compartidas en todo el mundo, nos explica. Precisamente a raíz de esa exposición mundial, le preguntamos por la viralidad que tienen también las noticias falsas. Patxi se muestra tajante sobre el trabajo en AFP: Nunca publicamos una incertidumbre. Nosotros tenemos que verificar todo antes de publicar. Una fuente oficial tiene que ser verificada con al menos otra fuente. Además, las informaciones se envían a París donde se centralizan todas las informaciones del mundo. Allí leen y corrigen todo, y llaman el periodista. Esto es la ventaja de una agencia. Los medios pagan un coste por nuestras informaciones porque tienen la garantía de que son seguras y están verificadas. Es un gran valor añadido, en nuestro contexto en el que vemos demasiado informaciones sin saber su veracidad”.

En el caso de AFP, Patxi aclara que la agencia tiene contratos con Facebook y Google, y goza de herramientas para buscar las fakes news, investigar y demostrar la verdad.

«Nunca publicamos una incertidumbre. Nosotros tenemos que verificar todo antes de publicar»

El periodista Patxi Vrignon-Etxezaharreta

No podemos evitar preguntarle si, entonces, periódicos como por ejemplo Marca o As son más susceptibles de difundir incertidumbres. “No estoy pensando en estos, pero sí en los medios amateurs. Esos medios comparten contenidos virales y actualidad sobre las redes sociales. Para nosotros, eso no son «informaciones».

En cuanto a la intencionalidad de esas informaciones de dudosa factura, le interrogamos sobre si cree que son simples malentendidos amplificados o contenidos con la intención de distribuir de forma viral algo que es mentira. Su respuesta es contundente: “Pues los dos. Existe voluntad de crear una información falsa. Agentes futbolísticos contactan periodistas para decir «mi jugador fue contactado por tal club y quieren pagar tanto. Vamos a subir el precio hasta tanto”. El periodista tiene que verificar esto. No he visto eso ahora en España, pero lo vi en Pro D2; clubes que fingen interesarse por un jugador deseado por el club rival para que suba el precio y que este club gaste más”.

¿Es correcto comparar los videojuegos con una droga?

¿Es correcto comparar los videojuegos con una droga?

Ignacio Luque Bueno

La adicción a los videojuegos fue reconocida en 2018 como una enfermedad por parte de la Organización Mundial de la Salud. Esto demuestra lo importante que es saber gestionar este tema de la manera correcta. Siempre ha habido gente que juegue a videojuegos, el problema viene cuando sobrepasas el número de horas recomendadas.

Es un sector que suele tener la lupa encima de quienes estudian los efectos negativos de este tipo de juegos, entre otros motivos por el número creciente de jugadores año tras año, y por la edad de aquellos que juegan. League of Legends siempre ha estado en el ojo del huracán, se trata de un videojuego multijugador online que cuenta con 80 millones de jugadores activos (en su mayoría asiáticos), según los datos publicados por la web Infobae en octubre de 2019. Este videojuego reune muchas características que suponen adicción como por ejemplo: es gratis, se juega en grupo, es repetitivo… Pero lo que hecho que vuelva a poner de moda hablar sobre el peligro de los videojuegos ha sido la aparición de Fortnite, un videojuego que cuenta con las características anteriores pero además añade que es multiplataforma, es decir, un usuario por ejemplo que tenga la ps4 puede jugar con uno que juegue desde el ordenador, algo que supone que el número de jugadores sea todavía mayor.

Es un tema polémico, en el que se pueden ver con facilidad dos polos opuestos, aquellos que defiendes a ultranza los videojuegos y por otro están los que siempre van a tender a criticarlos. Como de costumbre, aquellos que se posicionan en los extremos se equivocan y esta vez no iba a ser menos. No vale mirar para otro lado y hacer como que no pasa nada por jugar 6-7 horas diarias, claro que pasa, de ahí que hace un par de años se considerase una enfermedad esta adicción. Según la OMS, la adicción se refleja cuando:

1- La persona es incapaz de controlar la frecuencia, duración e intensidad de las sesiones de juego,

2 – Los juegos pasan a tener prioridad sobre otros intereses de la vida y actividades diarias,

3 – La conducta se mantiene pese a que empieza a traer consecuencias negativas para la persona

Un padre o una madre cuando lee estos tres apartados se puede quedar un poco igual, pero en la siguiente imagen se pueden entender de manera más clara

Foto de un ppt hecho por Encarnación Porto

En Españan 15,8 millones de personas juega a los videojuegos de manera regular, lo que supone que un 44% de la población española y el uso adictivo de los videojuegos afecta al 5% de los adolescentes. Los españoles juegan a los videojuegos una media de 6,6 horas a la semana, siendo el cuarto país del ranking, por detrás de los alemanes, que juegan 7 horas a la semana, los franceses con 7,3 horas a la semana y los británicos, que juegan de media 9,5 horas semanalmente. También es importante resaltar la diferencia que existe en España entre el numero de hombres y mujeres que formal el total de las personas que juegan, abarcando ellos un 64% y ellas un 34%. Estos datos han sido publicados por la Asociación Española del Videojuego (AEVI) en un estudio de 2017.

En esta imagen se pueden ver algunos de los datos mencionados anteriorme pero más actualizados

Es muy fácil pensar que los que se enganchan a jugar diariamente es porque quieren o que es su responsabilidad, sin embargo, esto no siempre es así. Los videojuegos tienen casi siempre una recomedación mínima sobre la edad que debes tener para jugar, algo que como puede saber cualquier persona que haya comprado juegos de sagas como Call of Duty o Assesins Creed, juegos para mayores de 18 años, no cumplen casi nunca las tiendas físicas de videojuegos como Game y mucho menos cuando compras el juego online. De manera que la responsabilidad ya empieza a repartirse entre más personas. Cuando tu vas al mercadona a comprar una botella de alcohol siendo menor de edad no te la venden y te suelen pedir el DNI, algo que no ocurre en el sector de los videojuegos, en el que teniendo 12 años es fácil comprar un juego para mayores de 18.

Por si fuera poco, el contenido de videojuegos en plataformas como Youtube y Twitch no para de crecer y en consecuencia cada vez se organizan más torneos profesionales de videojuegos, en los que los ganadores reciben altas cantidades de dinero, una motivación más para que los adolescentes empiecen cuánto antes a jugar y estén más y más horas delante de su televisión o monitor. Cuando tu hijo suspende asignaturas y juega a diario a videojuegos es muy fácil decirle que tiene que jugar menos o que va a estar un tiempo castigado sin jugar, pero si tu hijo gana dinero por jugar ya no lo es tanto, ¿verdad?

Esta imágen refleja perfectamente lo hablado, el poder de los videojuegos es tal, que el premio en metálico de un torneo de Fortnite es superior a competiciones míticas como Wimbledon o el Tour de Francia.

Viendo estos datos, se entiende un poco mejor las ganas que tienen algunas veces ciertos medios de comunicación en tratar de desprestigiar a a los videojuegos, tratando de crear una alarma social, especialmente entre los padres que tienen hijos que juegan a las videoconsolas. Si un padre ve un programa de televisión en el que se compara el Fortnite con la heroína pues es normal que no deje jugar más a su hijo o le empiece a controlar mucho más el número de horas que juega. Lo gracisoso de esta situación, es que esos mismos medios te animan a ver toda la programación que tienen a diario sin advertirte del problema que puede suponerte estar 10 horas a diario delante de la televisión.

Informar sobre los peligros de un sector como este siempre está bien, pero debes hacerlo de manera ética y correcta. Esto es algo que desde la comunidad gamer se critica cada vez más, ya que ven que medios tradicionales como la televisión, radio y prensa escrita tienen muchas ganas de tirar por tierra todo lo que rodea al mundo de los videojuegos. En la siguiente imagen se puede ver un ejemplo, en el que un diario popular en Reino Unido como el Daily Mirror publicó las declaraciones de un joven que afirmaba que el Fortnite le había convertido en un drogadicto suicida y poco tiempo después se descubrió que se trataba de una fake news. Chris Bratt, uno de los redactores de Eurogamer.uk, escribió un hilo en twitter demostrando la verdad y enseñando que el Daily Mirror no es la primera que llega a ofrecer hasta 100 libras a jóvenes para que hablen mal de los videojuegos.


Es recurrente oír y leer que la adicción a los videojuegos es comparable a la de drogas como la heroína, algo que no es cierto. El psiquiatra Sergio Oliveros (entre otros muchos) afirmó en La Razón que juegos como Fortnite tienen una capacidad adictiva más que notable, sin embargo, el médico argumentó que «la respuesta del cerebro ante los videojuegos no es exactamente la misma que tiene ante las drogas o el alcohol». ¿Hay que ser responsable con el uso que se hace de los videojuegos? Sí, pero esto no debe llevarnos a crear una alarma social basada en titulares sensacionalistas.

No, la cantante Karol G no ha publicado tuits tránsfobos

No, la cantante Karol G no ha publicado tuits tránsfobos

Helena de la Cruz

En las últimas horas la cantante colombiana Karol G ha estado en boca de todos y no solo porque su éxito Tusa sea cantado a pleno pulmón cada tarde desde el balcón de media España. En tiempos de confinamiento en los que pasamos más horas de lo normal frente a las pantallas, pocos son los que no han visto el bien sonado videoclip de Ella perra sola del puertorriqueño Bad Bunny, en el que aparece caracterizado de mujer. Este vídeo ha sido el detonante que ha dado lugar a la difusión de una captura de pantalla en la que aparecían un par de tuits supuestamente escritos por Karol G.

El pantallazo se ha difundido de manera espontánea en la red social Twitter. Este contiene dos tuits en los que supuestamente la cantante incluye a su pareja, Anuel, para hacer un alegato en contra del colectivo LGTBI y trans en concreto. Este intento de dañar la imagen de la pareja por medio de la viralización de contenido fabricado supuso que los hashtags #KarolGisoverparty y #Anuelisoverparty se hicieran tendencia en poco tiempo. Esta expresión es usada en redes como sinónimo de “estás acabado”. Además, miles de usuarios dejaron constancia de que estaban retirando de sus listas de reproducción las canciones de ambos artistas.

Lo cierto es que este bulo hubiese sido muy sencillo de desmentir por cualquier usuario de la plataforma en el mismo momento en que comenzó a circular. Antes de compartirlo, el simple gesto de entrar en la cuenta oficial de la cantante y ver que estos comentarios no se encontraban entre sus publicaciones hubiese dado luz a lo que no era más que una imagen fabricada. Es tarea de todos el evitar que este y cualquier tipo de desinformación se propague por la red como la pólvora. A veces es tan sencillo como compartir o retuitear el comprobar que una información sea veraz. No contribuyas al círculo vicioso de la desinformación, no te dejes engañar.

Tips para Desinfaketar

Tips para Desinfaketar

Redacción: Alejandro Martínez, Mª Paz Jiménez, Begoña Alhama y Mamen Montoro

Cuando se duda de si una información es falsa o no, necesitamos de unos consejos o tips para que nos ayuden a salir de dudas. En este podcast te explicamos en un minuto en qué debes fijarte para detectar una fake new.

PON EN CUARENTENA LA INFORMACIÓN SOBRE EL COVID-19: DE QUIÉN PUEDES FIARTE

PON EN CUARENTENA LA INFORMACIÓN SOBRE EL COVID-19: DE QUIÉN PUEDES FIARTE

Con la crisis del coronavirus, el pasado 14 de marzo el Gobierno de España, al igual que otros como Italia, tomó la determinación de declarar el estado de alarma. Esta medida excepcional, que de seguro pasará a la historia, supone el confinamiento de la población en sus hogares para prevenir que el contagio del virus siga creciendo.

Se acabó, por el momento, salir por el mero placer de dar un paseo o tomar algo en una cafetería. Se acabaron los trayectos para llegar al trabajo para la mayoría de la mano de obra del país. El teletrabajo es ahora la realidad de muchos (e incluso, pese a lo incómodo, también afortunados) ciudadanos que ven sus salones inundados de cables y documentos. Toca arrimar el hombro, en este caso por detrás de la puerta.

Muchos estarán dedicando sus jornadas a los mismos menesteres de siempre, pero sin pisar la calle. Otros estarán viendo series, y los más aplicados estarán poniéndose al día con todas esas tareas que tenían aparcadas por falta de tiempo. Pero también hay gente que emplea su ahora abundante tiempo en casa para fabricar informaciones falsas y difundirlas por redes sociales. 

El virus no solo está en la calle, lo tenemos en lo que leemos y en lo que nos llega a través de WhatsApp, Twitter, Facebook y cualquiera que sea la plataforma que usamos. Muchas son las informaciones falsas sobre protocolos sanitarios para combatir el COVID-19 y sobre las medidas adoptadas por las distintas instituciones públicas.

La mayor carga viral de esta intoxicación informativa viene en forma de bulos. Pero al igual que se redoblan esfuerzos para superar la crisis, se redoblan para combatir la desinformación y garantizar que los ciudadanos conozcan la información real en lo relativo a esta situación excepcional que vivimos.

De quién fiarte para contrastar la información

La cuenta de Twitter de la Policía Nacional trabaja para desmentir las informaciones falsas que circulan incluso por plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp. Los grupos de familias y amigos son un terreno perfecto en el que sembrar la semilla de la desinformación.

Más allá de Twitter, Instagram es otro de los escenarios en que la Policía combate bulos. Principalmente a través de stories, que se acumulan en su carpeta de destacados «No piques».

Otra institución pública que en redes sociales se ha remangado para combatir los bulos es Salud Pública del Ministerio de Sanidad. En Twitter y con el hashtag #EsteVirusLoParamosUnidos para referirse a todo lo relacionado con el coronavirus, desmiente bulos y hace hincapié en acudir a las fuentes oficiales para obtener información veraz. Además del Ministerio, los servicios de salud de las diferentes comunidades autónomas también transmiten lo necesario para que la ciudadanía se mantenga informada por fuentes fiables.

Más allá de actores públicos, algunas plataformas de mensajería se han puesto manos a la obra con el mismo objetivo: que los usuarios consuman información de forma responsable y mantengan buenas prácticas. De este modo, WhatsApp ha creado el “Centro de Información del Coronavirus” en colaboración con la OMS, UNICEF y UNDP.

Inicio de la página de WhatsApp para informar sobre el coronavirus.
Página de información de WhatsApp sobre el COVID-19. Fuente: WhatsApp.
Segundo pantallazo de la página de información sobre el COVID-19. Fuente: WhatsApp.

En redes sociales no podía faltar la iniciativa ciudadana. Así como muchos usuarios difunden bulos, otros hacen un gran esfuerzo para desmentirlos y que prime la veracidad en lo relativo a esta pandemia. Suelen ser profesionales del sector sanitario que también trabajan para medios de comunicación, un perfil al que acudir si queremos información compleja presentada de una forma entendible para todos.

Twitter, Facebook e Instagram son los espacios en que estos usuarios se están mostrando más activos. Ejemplos como Esther Samper (@Shora), Boticaria García y Marina Sánchez (@farmaus) son algunas referencias en lo relacionado con el COVID-19.

La gravedad de la situación copa los medios de comunicación día tras día. Y no iban a ser menos los nuevos medios de verificación que tanto éxito cosechan hoy. Son muchos los desmentidos que estos días se hacen desde las redacciones (en casa, confiamos) de NewtralMaldita.es, que con su trabajo ayudan a desinfectar la escena informativa.

Difundir bulos no solo obliga a hacer un esfuerzo ímprobo a autoridades públicas, medios de comunicación y ciudadanos formados en una determinada área. También tiene consecuencias para el entorno social y puede acarrear responsabilidades penales a los responsables. Así ha sucedido en Lugo, donde una mujer que simulaba ser enfermera del Hospital Lucus Augusti puso en alerta a muchos ciudadanos. Informaba falsamente a través de un audio de WhatsApp de que un autobús lleno de ancianos con síntomas iba a llegar al hospital y que el gerente consideraba que no necesitarían de equipos de protección individual. La Policía podría actuar de oficio en este caso, que podría costarle a la responsable una pena de entre seis meses y tres años de prisión.

Desde La Faketoría queremos contribuir en la tan necesaria desinfección de los espacios de información. Por eso ponemos nuestro granito de arena para daros las herramientas de verificación que utilizan los propios medios especializados. Un Bricomanía, pero mediático.

Lecturas obligatorias para no dejarse engañar

Lecturas obligatorias para no dejarse engañar

Helena de la Cruz

Con un breve paseo por cualquier librería, ya sea física u online, uno se da cuenta de que los conceptos fake news o desinformación, más apropiado este último, se hallan en más de una tapa de los libros que llenan las estanterías. Estos ejemplares abordan este fenómeno desde una u otra perspectiva, permitiendo que el lector se familiarice con estas nociones que parecen estar en boca de todos.

Portada de La nueva desinformación de Ignacio Jiménez Soler

El primero de ellos a destacar, de reciente publicación, es La nueva desinformación, de Ignacio Jiménez Soler, actualmente director general de comunicación de Endesa. En él se desarrollan veinte ensayos acerca de los elementos que influyen en el mencionado fenómeno, con el objetivo de que el lector sea capaz de enfrentarlo desde una postura crítica.

Portada de #Fakeyou: fake news y desinformación de Simona Levi

Simona Levi en #Fakeyou: fake news y desinformación, basándose en el supuesto de que este fenómeno no es nuevo y por tanto no va estrictamente ligado a las nuevas tecnologías, analiza el hecho de que la política y las normativas que hoy nos atañen se basen en la criminalización de los new media. Fomenta la reflexión y el cómo actuar ante la manipulación, la mentira y la falsificación.

Portada de Fake news: la nueva arma de destrucción masiva de David Alandete

¿Sabes qué repercusión tiene la viralización de una noticia falsa? A esta y a otras cuestiones responde David Alandete en Fake news: la nueva arma de destrucción masiva. A través de casos como el del procés en Cataluña nos da las claves de la peligrosa implicación de la desinformación en cuestiones políticas candentes.

Portada de Fake news: la verdad de las noticias falsas de Marc Amorós

Las consecuencias del calado de las noticias falsas en nuestra vida política y social son abordadas en Fake news: la verdad de las noticias falsas, libro escrito por Marc Amorós que incluye prólogo de Jordi Évole.

Portada de Fake news de la Antigua Roma de Néstor F. Marqués

Desde una perspectiva histórica, Nestor F. Márquez ha publicado Fake news de la Antigua Roma, en el que se desgranan los bulos y mentiras acerca de este periodo que han llegado hasta nuestros días. En esta misma línea, de la mano de María Correas y Enda Kenneally ha llegado hasta nuestras librerías Fake news. Bulos que cambiaron el curso de la historia.

Portada de Fake news. Bulos que cambiaron el curso de la historia de María Correas y Enda Kenneally

Como decía Cervantes “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho», así que no te dejes engañar y sumérgete en las páginas de cualquiera de las lecturas que te recomienda La Faketoria.